Sunday, March 29, 2020

Sustainability and COVID-19--Water Scarcity, Epidemics, and the Case of Cuba



Sustainability, which appeared to be slated for substantial attention and action by both governments and enterprises, appears to have receded a little into the background as states and enterprises seek to survive COVID-19 while taking measures to confront and respond to the pandemic.

To the extent sustainability remains in the public consciousness--and that of social media and its influencers--it appears to be centered on economic sustainability (itself subject to whatever meaning makes the most sense to those advancing this discursive trope).  The UN Secretary General, a guest of the G20 at its 26 March 2020 meeting was quoted (by the propaganda apparatus of the UN) on this point: “We must work together now to set the stage for a recovery that builds a more sustainable, inclusive and equitable economy, guided by our shared promise — the 2030 Agenda for Sustainable Development”, he concluded. (A sustainable global economy must arise once COVID-19 pandemic is reversed, UN chief tells G-20 summit). See also here, here, and here

Buts sustainability is not limited to the shepre of human economic activity; nor does it revolve around the reconstitution of the customs and traditions of economic behaviors (and the rules created to enforce them). The global community has reminded itself of the complex interplay among a large number of goals the coordinated interworkings of which are necessary to achieve sustainability as something other than the maximization of value for each of its fractured and disconnected parts.

Among the sustainability development goals is Goal No. 6 Clean Water and Sanitation. Sustainability Goal No. 6 is described this way:
"Clean, accessible water for all is an essential part of the world we want to live in and there is sufficient fresh water on the planet to achieve this. However, due to bad economics or poor infrastructure, millions of people including children die every year from diseases associated with inadequate water supply, sanitation and hygiene."

"Water scarcity, poor water quality and inadequate sanitation negatively impact food security, livelihood choices and educational opportunities for poor families across the world. At the current time, more than 2 billion people are living with the risk of reduced access to freshwater resources and by 2050, at least one in four people is likely to live in a country affected by chronic or recurring shortages of fresh water. Drought in specific afflicts some of the world’s poorest countries, worsening hunger and malnutrition." (UN Sustainability Development Goals, Goal 6: Ensure access to water and sanitation for all).
The linkages between epidemics and access to water is now becoming painfully and tragically clear.  As the COVID-19 pandemic spreads to states with challenges for providing access to clean water, the ability of states to protect their people from disease can be imoeded by an inability to assure access to clean water, and by the challenge of dealing with sewage.  Where contamination is an issue both access ot clean water and proper management fo sewage ina  sustainable way  can increase national risk of containing pabdemic.

This is now worrying a number of states. Recent reporting by Inter-Press Service in Cuba, Prevención del coronavirus choca con crisis del agua en Cuba (29 March 2020) provided a contemporary window on the issues.
“Me dicen que hay que lavarse las manos con agua y jabón abundantes, mantener limpia la meseta de la cocina, lavar bien todos los alimentos y la ropa en cuanto regresamos de la calle… Pero el agua no me alcanza”, se lamenta una vecina de La Habana Vieja, entre los municipios más afectados por la sequía. (Ibid.) ("They tell me that I have to wash my hands with water and a lot of soap, to maintain kitchen counters clean, to wash carefully food and our cloths when we return from the street. . . But I do not have enough water for these tasks," lanented a resident of Habana Vieja, among the neighborhoods most affected by lack of water")

 The reporting (in the original Spanish) follows.



Prevención del coronavirus choca con crisis del agua en Cuba

Más de medio millón de personas sufren dificultades para acceder al agua por la intensa sequía que afecta la isla caribeña.


Sociedad Redacción IPS Cuba 29 marzo, 2020


La escasez de agua limita el estricto cumplimiento de las medidas higiénicas necesarias para prevenir el contagio por coronavirus.

Foto: Jorge Luis Baños_IPS

La Habana, 29 mar.- Mientras las autoridades sanitarias y los medios de comunicación nacionales insisten en la necesidad de extremar las medidas higiénicas para evitar la infección por el nuevo coronavirus, más de 510.000 personas enfrentan dificultades para acceder al agua en Cuba y en algunos casos la reciben cada siete o más días.

“Me dicen que hay que lavarse las manos con agua y jabón abundantes, mantener limpia la meseta de la cocina, lavar bien todos los alimentos y la ropa en cuanto regresamos de la calle… Pero el agua no me alcanza”, se lamenta una vecina de La Habana Vieja, entre los municipios más afectados por la sequía.

Mariela Gómez comparte un pequeño apartamento en el centro histórico de la capital cubana con su suegra, una anciana de 68 años, su esposo que “trabaja en un hospital y apenas está en casa” y un niño de cuatro años, “muy activo y que no entiende por qué no puede jugar en el piso o estar tocando al perro como lo ha hecho siempre”.




Según el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), la escasez de agua afecta a 469.000 personas en el occidente cubano, 23.000 en la zona central y 21.000 en el oriente, para un total de 513.000. Pronósticos del Instituto de Meteorología descartan una recuperación de las lluvias en abril o mayo y llaman a extremar el ahorro.

El impacto creciente de la sequía coincide con el aumento de los casos confirmados de covid-19 en la isla caribeña y el primer evento reportado de transmisión local.

La crisis del agua

“El agua entra cada cuatro días. Tenemos un tanque y varios cubos para guardar agua pero no me alcanza para tanto tiempo. Me paso la vida ahorrando y a veces no sé qué hacer para cumplir con todas las medidas que debemos tomar. ¿Cómo lavarnos las manos con abundante agua y jabón?”, explica Gómez, ingeniera de 31 años.

Municipios como La Habana Vieja o Diez de Octubre, de los más densamente poblados de la capital, están recibiendo el servicio de agua cada cuatro días, pero hay lugares del país donde el ciclo de entrega puede superar los 13 días, reconoció la viceprimera ministra de Cuba Inés María Chapman, para quien garantizar el servicio “es salud”.

En tanto, el director del INRH, Antonio Rodríguez, compartió el 28 de marzo en su cuenta de Twitter que 48 por ciento del territorio nacional tienen déficit en sus acumulados del líquido, 163 municipios se encuentran por debajo de la media histórica de lluvias y en 42 municipios no ha llovido en el mes de marzo

Solo en la capital más de 60.000 personas reciben el servicio por carros cisternas. Con un déficit de 2.447 litros por segundo, se entregan 648 litros de agua por persona al día, pero una parte importante se pierde durante el recorrido entre las fuentes de abasto y el sector residencial.

“Llevamos meses reportando un salidero y no vienen a arreglarlo. Cuando viene el agua, tenemos un río calle abajo durante horas”, comenta Sergio Fuentes, vecino del barrio habanero de Santo Suárez, en el municipio de Diez de octubre. “Duele ver cómo se pierde tanta agua”, añade.

Inversiones programadas y medidas de urgencia

Como parte de las acciones para recuperar volúmenes de agua, las autoridades cubanas ponen énfasis en la solución de los salideros en conductoras y redes, estimados en más de 2.000. Según datos del INRH, en la capital se ha logrado rehabilitar 78 por ciento de las conductoras, pero solo 36 por ciento de las redes.

Datos de esa entidad indican que en 2019 se acometieron trabajos en obras y redes de agua que favorecieron a seis millones de personas. A finales de ese año, se encontraban en ejecución 426 kilómetros de conductoras y redes.

En la capital del país, donde se concentran más de dos millones de personas y los problemas de vivienda y saneamiento se acentúan, se trabaja en la interconexión de sistemas para lograr distribuir mejor el agua.

 

Autoridades llaman a extremar medidas de ahorro de agua y aplican medidas para mejorar el servicio.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS

Ante el avance del coronavirus, las autoridades hidráulicas han pedido extremar las medidas en el uso del agua, entre las que se encuentran regular el consumo, reordenar el suministro, habilitar nuevos pozos y acelerar obras en ejecución como una conductora de la zona oeste de la ciudad y el sellado de los puntos de fuga del líquido.

“Quitar pedacitos al problema”, comentó Chapman en su cuenta de Twitter durante un recorrido de las autoridades por las inversiones en ejecución en La Habana como una planta desalinizadora que producirá 48.000 litros diarios de agua en la comunidad costera de Cojimar y la apertura de un pozo en el centro histórico habanero. (2020)

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